martes, 20 de abril de 2010


La Casa del Títere cumple siete años de existencia en la ciudad de Córdoba, localidad señera en este arte, y al mismo tiempo Graciela Molina, creadora de Títeres de Moñito celebra sus primeros 30 años con los títeres. El Retablillo se comunicó con ella para que comparta con los lectores sus quehaceres, sus recuerdos, sus proyectos.

ER. - Graciela, hemos tenido el gusto de conocer tu actividad en Festivales y Encuentros de la UNIMA hace ya más de dos décadas, y recordamos el carácter innovador de tus creaciones, en un contexto bastante tradicional por aquellos años. Recordamos, por ejemplo, un trabajo elaborado sobre la experimentación con un tipo de material poco convencional en este arte de papel, tela y madera: los plásticos. ¿Has seguido en esa línea experimental en tus trabajos posteriores?

GM. - "Practicamente Plástico", la obra a la que te refieres, en la que trabajo experimentando con un material diferente al acostumbrado por los profesionales titiriteros, nació en el año 1990, como espectáculo para adultos, con una dinámica "operística" donde los personajes representan objetos de "plástico" que remontan a la niñez y la nostalgia. Con músico en escena y un juego dramático interactivo en cierta manera, ya que el público participaba "emocionalmente" con cada uno de los objetos.
La investigación con materiales no convencionales siempre ha sido una premisa en mi carrera de titiritera, razón por la que también he utilizado lana para armar enteramente una obra infantil donde los personajes están "tejidos" , convirtiéndolos en muñecos cálidos y diferentes por su contextura, por su diseño plástico y original. También tengo una obra donde los títeres están hechos con resortes, otros con goma espuma pero no tallados sino diseñados con formas diferentes combinando las técnicas de guante, varilla, manopla.

Es interesante pensar en la posibilidad de encuentro entre materiales, o establecer un único material para realizar una puesta estética y coherente.
Soy autora, por lo que "me brindo" espacios creativos que abren un panorama de libertad al realizar los objetos, diseñar la puesta y sobretodo interpretar esta realidad "imaginativa" que nos remonta a un mundo sin límites en absoluto crecimiento.
Entonces, el desafío al adoptar determinados materiales con los que "crear" una obra de títeres, depende de tus propios posicionamientos frente al arte que desarrollas.

ER.- Treinta años de vida en una profesión que al mismo tiempo es un arte, implican la acumulación de mucha experiencia. ¿Podrías explicarnos cómo ves tu trayectoria desde la perspectiva actual? ¿Qué hitos jalonan ese recorrido?

GM.- Mi trayectoria... Es una buena ocasión para remontarme al año 1980, en Córdoba, con mis incipientes 21 años y una bolsa llena de proyectos...
Ser mujer, Argentina, mendocina, inserta en una sociedad cordobesa tan heterogenea, con un contexto "machista" de los titiriteros de aquellos años, me hace concluir en una palabra para sintetizar lo vivido por aquellos tiempos en Unima Córdoba: doloroso.
El aprendizaje que realicé como titiritera, debo agradecerlo en primer lugar a Ricardo Miguez, un bondadoso profesional del arte titiritesco quien trabajaba en el Teatro Estable de títeres en aquellos años de mi juventud.´El me ayudó a conocer el mundo maravilloso del cual me enamoré hasta hoy, 30 años después.
Creo que ser titiritera es una aventura osada y con muchísimos escollos, como todos los caminos artísticos que atraviesan nuestra cultura.
Los grupos de titiriteros trabajaban con técnicas de guante, en su mayoría, y yo buscaba algo diferente, en esa postura construí mi estilo. Buscando, removiendo técnicas, experimentando, desarrollando una forma distinta de encarar los temas que serían los impulsores de la propuesta: "Los Títeres de Moñito", nacieron luchando por hacer propuestas innovadoras dentro del contexto más tradicional que imperaba en la Provincia de Córdoba.
Fueron creciendo en una lucha desigual, a veces injusta, a veces ingrata, pero tomamos un rumbo hacia la educación como soporte principal a nuestra tarea, y desde aquél momento me identifiqué con el arte en la educación, e intenté abordar mi trabajo desde los contenidos educativos, a la vez que el tratamiento de los valores humanos que se constituyeron en mi objetivo principal como artista.
A través de los años, me fui posicionando como "la titiritera" y mi identificación con el arte de los muñecos ha sido concisa, positiva, fuerte dentro de la comunidad cordobesa.
Esta profesión me ayudó a educar a mis hijos, a brindarles una vida digna y sobre todo a probarme frente a los problemas que suscitó mi determinación de convertir mi vida en una constante "obra de títeres".
Nunca dudé sobre mi profesión, a pesar de los obstáculos que se me presentaron en estos años de trabajo incesante, pero hoy, 2010 estoy cosechando lo sembrado, y sin dejar de sonrojarme, puedo expresar que lo cosechado es proporcional a lo sembrado.

ER.- Aunque tal vez sea una pregunta obvia, porque el disponer de un lugar propio suele ser el sueño de todo titiritero, a pesar de su espíritu andariego, ¿cómo surgió la idea de una Casa del Títere y, sobre todo, la posibilidad de concretarla?

GM.- La idea de emprender el Proyecto de La Casa del Títere, surge en los primeros años de mi profesión, porque se constituyó en un sueño, difícil y lejano por aquellos tiempos.
En el año 2003, Abril, ese sueño se materializó, fue como un aterrizaje donde los pasajeros de tela, cartón, goma espuma, materiales de descarte... descendieron en una casa antigua, desolada, abandonada durante muchos años. El barrio colinda con el centro de Córdoba, todo estaba preparado para nuestra incursión, una aventura que comenzó como un gran muro a escalar...
Esta casa era una realidad alcanzable. Luchamos por el espacio con muchísimo esfuerzo y trabajo, creo que es la clave para lograr un lugar que hasta hoy, lo único que nos ha dado son satisfacciones, alegrías, nuevos desafíos, un espacio que no tiene límites...un tiempo de crecimiento artístico inmenso.
¿La posibilidad de concretarla? Tuvimos que pedir ayuda financiera, en principio, ya que había que crear la infraestructura para que esa antigua y bella casa se transformara en sala para teatro de títeres con una capacidad de 120 plazas. Trabajar en la "destrucción-construcción", armar un escenario, tirar paredes, acondicionar hasta el último rincón, pintar, revocar, etc., et.c, esto en su totalidad lo hizo mi compañero de vida: Daniel Moraga, y realmente creo que sin él, La Casa del Títere no sería. Gracias a su trabajo y tesón, toda la infraestructura se creó.

ER.- ¿Y cómo se sostiene un emprendimiento de esta naturaleza?

GM.- La respuesta es bastante simple: se sostiene gracias al público. Desde el 1 de Abril de 2003 hasta el 2007, sólo con la llegada de las escuelas y jardines, guarderías, público en general, La Casa se fue conformando y posicionando en la cartelera de espectáculos en el diario más importante de la ciudad: La Voz del Interior.Además, fabricamos títeres, retablos, marionetas y vendemos material didáctico, algunos libros de títeres y capacitamos a docentes y público amante del arte titiritesco.
En el 2008 llegó un subsidio por funcionamiento de sala desde el Instituto Nacional del Teatro, se mantuvo también para el 2009 y ahora lo hemos gestionado para el presente año. Pero, a conciencia, debo decir que el subsidio nos ayuda a mantener algunos gastos fijos de La Casa, siendo el total de los gastos muy superior a lo recibido.El público sigue siendo el mayor aporte al funcionamiento.
Entonces, el sostenimiento de La Casa del Títere, lo realizan las instituciones educativas y el público que asiste a los espectáculos durante los sábados y domingos a las 16,30 hs., y ahora también se suman las obras para adultos los días viernes y sábados a las 20,30 hs.
También tenemos el Club de niños titiriteros, los sábados por la mañana, y varios talleres de construcción y manipulación, cursos de perfeccionamiento docente y la venta de títeres, todo colabora para que los titiriteros obtengan de su trabajo diario, un "sueldo" digno.

ER.- Qué relación existe entre La Casa del Títere y Títeres de Moñito?

GM.-Todo los relaciona. Los Títeres de Moñito mantuvieron a La Casa del Títere desde sus inicios, ya que trajeron a sus jardines y escuelas a visitarla, y prestaron sus equipos de sonido, títeres, materiales bibliográficos, en fin, todo lo necesario, hasta la computadora e impresora. En principio fue como La Casa de Los Titeres de Moñito. Al correr del tiempo, La Casa fue adquiriendo sus propios elementos para trabajar independientemente.Hoy estamos muy equipados, con un plantel de luces interesante y sonido de calidad. Mobiliario adecuado, herramientas, un taller para trabajar tranquilos y hasta "El bar de Pepito" con café express y todo, mesas y sillas, repisas con libros para leer y un rincón especial para los más pequeños. Juegos didácticos que los niños utilizan en la sala de exposiciones mientras esperan el inicio de la función en los fines de semana.Estamos muy contentos con lo alcanzado hasta hoy.

ER.- ¿Podrías explicarnos cuáles son las actividades que se desarrollan en su ámbito?

GM.- Las actividades de La Casa del Títere, son las propuestas desde los objetivos de la Asociación, ya que nos constituimos como tal durante el mismo año de su inicio: 2003.
Entonces, tenemos Personería Jurídica según Res. 441"A"/03 otorgada por el Gobierno de la Provincia de Córdoba. Nuestros estatutos especifican los objetivos en tres: Capacitación , Promoción y Producción en teatro de muñecos y sus diferentes expresiones (teatro negro, de sombras, marionetas, títeres).
Capacitación: docentes, público en general (niños, jóvenes, adultos)
Promoción: espectáculos para todos los niveles educativos.
Producción: de cuentos grabados, obras, espectáculos mixtos.
Es una actividad muy fuerte que comienza en el mes de Marzo y se continúa sin recesos hasta el 24 de Diciembre. Este año se contempla la posibilidad de mantener en actividad a La Casa durante el verano.Se organizan Jornadas, Encuentros, Cursos, Talleres, Festivales, Semanas temáticas.
Todos los proyectos se refieren específicamente a la educación por el arte de los muñecos.

ER.-¿Quiénes colaboran en la experiencia?

GM.- Son varias las personas que trabajamos en conjunto para que el Proyecto general de nuestra institución pueda llevarse a cabo.
Todos colaboran en distintas tareas: titiriteros "propios" e invitados, promotores, gente que fabrica los muñecos y material didáctico, una licenciada en comunicación realiza prensa, otro asociado colabora en mantenimiento, boletería, los profesores encargados de talleres.
Coordinados por mí, quien ocupo el pomposo título de Presidente de la Asociación, pero en la realidad soy la Directora de esta gran orquesta titiritera.

ER.- ¿Cuál es la inserción y el impacto de La Casa, en el barrio y la ciudad?

GM.- Es difícil sentir el impacto que produce una Casa del Títere sin tomar un poco de distancia, cruzar la calle y observar.Omnibus que estacionan llenos de contingentes escolares de Lunes a Viernes en horarios de mañana y tarde. Niños y padres que llegan durante los fines de semana. Medios de comunicación que se acercan a realizar notas periodísticas, además de las radios y revistas barriales.
Es la única Casa del Títere en Córdoba con las dimensiones de Centro Cultural cuya especirficidad lo distingue de otros centros de promoción cultural.Sólo títeres, esa es la clave de la repercusión.
Además, con la tecnología de internet, el panorama se amplía, como en esta nota, a horizontes sin límites, lo cual agradecemos a El Retablillo, así como a todas las revistas virtuales que nos tienen en cuenta. Por medio del chat, del correo diario y la conexión constante con todos los centros culturales, nos sentimos inmensamente promocionados y agradecidos a la extensión "virtual" de nuestra tarea artística.

ER.- ¿Cuáles son tus proyectos a mediano y largo plazo?

GM.-Mis proyectos a corto plazo: un programa de radio en FM, título: "Pepito va a la escuela", con títeres y personas que oficiarán de locutores y conductores hacia el camino de la creatividad. Un programa para la familia cordobesa. Próximamente, dentro de dos meses haremos el primer capítulo de las aventuras del personaje principal, Pepito, el gato negro que recorre el mundo de la imaginación infantil.
Proyecto a corto plazo: dos obras para niños y un homenaje en el mes de Julio a María Elena Walsh como hacedora de mentes pensantes y creativas, como impulsora de mi propia creatividad, un homenaje dentro de los festejos de los 30 años de Los Títeres de Moñito en Córdoba.
Un espectáculo para adultos que será totalmente humorístico, estreno pautado para Julio.
La grabación de un CD con la obra: "La Bruja Cuentera" y "Cuentos a la sombra"
Largo plazo: es decir 2 años más: Escuela para Titiriteros:"Federico García Lorca". Con una dinámica educacional artística y profesional. Ese es tal vez, mi último y más complejo proyecto. Una escuela que nos represente, una escuela que produzca artistas titiriteros. Pero sobretodo una escuela que promueva al ser humano en su total dimensión.

ER.- En los espacios virtuales de la Compañía y de La Casa, vemos que hay propuestas dirigidas al ámbito pedagógico. ¿Cuál es tu visión del títere en la vida escolar? ¿Es una práctica extendida y adecuadamente encarada? ¿Es apenas una visita o una salida ocasional? ¿El personal docente está bien preparado para iniciar a los niños en este lenguaje?

GM.- El año pasado, encaramos lo pedagógico desde un Proyecto sobre la violencia escolar. Asistieron a la capacitación gratuita muchísimos docentes. El objetivo era intentar trabajar la problemática social de la violencia, desde el arte de los títeres. Fue una experiencia muy rica, creemos que los docentes necesitan un espacio que los libere del sistema como tal, brindándoles una mirada divergente sobre el niño y sus posibilidades creadoras. Este año, continuamos trabajando para el maestro, como hacedor silencioso, ejecutor de un proyecto educativo que no puede deslindarse de los proyectos políticos que los gobiernos diseñan.

Creemos que el despertar del pensamiento y la actitud critica frente al arte y la cultura, forma parte de nuestra responsabilidad como trabajadores y artistas.
Nos enfrentamos a la tarea de concientizar sobre las posibilidades educativas del teatro de títeres, insertar en las escuelas los antiguos talleres que ofrecían un espacio de comunicación artística entre los alumnos y docentes.
Entonces: capacitar a los maestros, mostrar sus capacidades cognitivas, promover a la educación por el arte dentro del contexto escolar , es un desafío y una responsabilidad que nos atrevemos a encarar desde La Casa del Títere.
No existe un desarrollo del teatro de muñecos dentro del área educativa.Para mí, lo que existe es un gran obstáculo para llevarlo a cabo: el desconocimiento.Los docentes miran al arte desde lejos, y en realidad tienen toda la razón.Porque la escuela trae la idea de arte como un paliativo, como un soporte "pedagógico" a determinadas actividades áulicas, pero el sistema no prepara al docente para ser creativo, mucho menos para motivar al descubrimiento de las capacidades artisticas en sus alumnos.
En síntesis: luchamos, resistimos a la ignorancia respecto a los miedos que se sostienen a través de una historia educacional que condiciona, limita al maestro a "transmitir" conocimiento "científico" con la utilización "eventual y deficiente" del teatro de títeres, música, plástica, o la visita anual a un museo o teatro oficial como parte de un curriculum diseñado desde una mirada política que considera al arte en el puesto de menor status para decirlo elegantemente.
Entonces, capacitar al docente no quiere decir capacitar al sistema. Son algunos maestros los que se atreven a innovar, ellos son nuestros alumnos. Los pocos que dedican tiempo y decisión para cambiar las prácticas educativas.
Toda experiencia aislada es, según Dewey, antipedagógica.
Queremos que la visita a La Casa del Títere, tenga continuidad en el aula. Es nuestro objetivo, es nuestra utopía...y seguimos con ella, pensando en el presente y anhelando un cambio que subvierta la realidad educacional que hoy se presenta en una crisis profunda.

ER.- Cuéntanos cómo están preparando la celebración del bicentenario.

GM.-Hace unos cuantos años que venimos trabajando con los valores propios a nuestra tierra con la obra: "Historias de Pueblo", por lo que seguiremos este año invitando a la reflexión con esta propuesta que nos habla de libertad, patria, amor y respeto por nuestras costumbres que nos identifican y reflejan.
Creo que hace mucho mantenemos la antorcha encendida sobre las palabras que la revolución francesa esgrimió en un determinado proceso social que se extendió a través de la historia como utopía: libertad, confraternidad, igualdad.
Y por ellas seguimos actuando detrás o delante del retablo, con la convicción de hacer nuestra tarea con libertad de expresión, confraternidad al compartir el pensamiento, e igualdad al considerar que todos los seres humanos somos capaces de sentir y expresar el disentir frente a los planes de desigualdad creados para reproducir las diferencias sociales que nos separan maquiavélicamente de aquello que nos conforma como seres libres al razonar y concientes al actuar.

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